domingo, 19 de junio de 2022

El Amor que no juzga

Cada año en la cercanía del día del padre, pero por sobre todo, desde que mí nido se rompió prematuramente, he vivido esta fecha con resentimiento, enojo, bronca, frustración y amargura.



Me daba coraje, como dicen los Mexicanos, que el padre de mis hijos y los padres de mis nietos se creyeran merecedores de celebrar su día.

Me parecía injusto que sus hijos los miraran con un amor ciego y buscaran educar a sus padres en una relación que ellos no honraban ni honran.

Deseaba que el progenitor (accidente biológico) de mis hijos y de mis nietos también, vivieran ese día en la miseria emocional que ellos habían sembrado. Deseaba que pagaran por haber dañado, mancillado y maltratado a las madres de sus hijos. Deseaba que fueran castigados por haber deseado que sus hijos no llegaran a este mundo y luego por haber ignorado todas y cada una de sus necesidades. Deseaba que dejaran de ostentar ante sus amigos, los hijos que habían elegido no criar ni educar. Deseaba que se miraran al espejo y descubrieran que eran una basura humana.

Los culpaba porque mis nietos y mis hijos perdieron tiempo de calidad con sus madres, porque nosotras estábamos ocupadas buscando el plato de comida que faltaba, la medicina que urgía o la ropa que abrigara en invierno.

No es casualidad que el padre de mis hijos y los padres de mis nietos, compartan tantas características miserables. Eso es parte de las heridas no sanadas y El amor que no alcanza.

Creí haber perdonado pero los quería lejos de mis hijos y mis nietos. Deseaba que vivieran en un país remoto para que sus mentiras y sus manipulaciones dejaran de dañarlos y afectar sus vidas; para que sus actitudes no se convirtieran en ejemplo de vida.


Como una leona feroz, los he defendido por ser los hijos del Tío Scar. Hubiera deseado que fueran hijos de Mufasa, pero no lo son y eso es algo que debo aprender a perdonarme.

En lo personal, creo que quienes nacen como Scar, no podrán cambiar jamás. Pero también he aprendido que para que haya un victimario, debe haber una víctima, y cuando la presa elige jugar otro rol, el cazador se muere de hambre y aburrimiento.

No me toca a mí juzgar o decidir su suerte. Solo Dios sabe.

Pero sí puedo elegir abandonar el enojo, la amargura y el resentimiento.


Mis hijos merecen mis mejores deseos y bendiciones y su padre será siempre parte de sus vidas, sus corazones y sus aprendizajes, por lo tanto merece mis bendiciones diarias.

Deseo que mis tres hijos puedan celebrar el día del padre y organicen entre todos los regalos, la comida, y el festejo. Eso será señal de que han sanado y solo los une el amor y el perdón.

Deseo que el padre de mis hijos conozca el Amor que todo lo puede y las virtudes de mis hijos superen la herencia de sus miserias emocionales.

Deseo que mi hijo y mis nietos tengan paz en su corazón y sabiduría para poder ser mejores hombres y mejores padres cuando sea su momento.

Deseo que mis hijas y mis nietas puedan sanar sus heridas y aprendan a amarse tanto que el destello en los ojos de un depredador ya no las obnubile.

Es cierto, hay realidades y personalidades que ya no pueden cambiarse. Pero si se puede cesar en la búsqueda de justicia, porque de algún modo se parece a la búsqueda de la revancha y eso quita paz y nos aleja del Amor.


Por primera vez, desde que soy madre (hace 37 años) y desde que soy abuela ( hace 16 años), suelto y confío. Confío en que mis hijos y mis nietos están protegidos por la Madre María y no necesitan de mi sobreprotección o mis advertencias. Suelto mi necesidad de controlar lo que hacen o dejan de hacer porque solo Dios sabe lo que cada Alma necesita vivir. 

Dejo de culparlos (a los padres ausentes e irresponsables) porque eso me hizo creer que era mejor madre y mejor persona.

El buen amor no se compara ni se mide, el buen Amor Es.

Porque mientras estaba sentada en el sillón de Juez, me perdí la alegría de Amar y Vivir.

Susannah Lorenzo
Descubriendo Puentes

jueves, 9 de junio de 2022

Lo que se aprende con el tiempo y la soledad

 


  • Nadie puede amarnos más de lo que nosotras nos amamos.
  • No alcanza con que una sola persona ame.
  • Quien solo pide disfrutar un momento, no merece nuestro tiempo ni nuestras caricias.
  • No vale la pena lanzarse al vacío por alguien que no puede sujetar tu mano cuando caminas por la calle.
  • No alcanza con amar; podemos lastimar si estamos lastimadas y no aprendimos a sanar.
  • El amor no puede inventarse, crearse, fabricarse o contagiarse.
  • El amor se sostiene, se cultiva, se honra, se celebra y se bendice.
  • No hay amores equivocados, hay amores desencontrados.
  • No existen amores imposibles.  El buen amor siempre es posible.
  • Nadie es responsable de lo que sentimos o dejamos de sentir.
  • El Alma sabe más que la razón.
  • Quien no puede besarte con la mirada, jamás podrá acariciar tu corazón.
  •  Lo que más nos asusta del verdadero amor es la imposibilidad de tener el control sobre nosotros y sobre el otro.
  • Las emociones no se controlan, las emociones se gestionan.
  • Cuando elegimos no amar, cerramos nuestro corazón a las bendiciones de la vida.
  • La voz que puede alterar tu latido es la voz que conoce el idioma de tu alma.
  • No es lo mismo amar a una persona con sus virtudes e imperfecciones, que amar lo que esa persona nos hace sentir.
  • Si no podemos vivir en plenitud cuando estamos solas, jamás podremos sentirnos plenas en compañía de otra persona.
  • Cuando recibimos señales confusas, es una clara señal de que no hay amor del bueno.
  • No puedes salvar a nadie, solo puedes amarlo.
  • No es nuestra misión rescatar a nadie de sus propios demonios y pesadillas.
  • La cercanía no se mide en kilómetros ni en desnudez. El buen amor te alcanza y te toca aunque estés al otro lado del océano.
  • La verdadera intimidad es un espacio invisible donde dos corazones se encuentran y desnudan su alma.
  • El buen amor no duele; lo que duele es la necesidad insatisfecha de que el otro nos de algo que no puede darnos; lo que duele es la lucha entre nuestra razón y nuestro corazón; lo que duele es no coincidir en tiempo y espacio.
  • Quien te trata como una opción, no merece ser tu prioridad.
  • Nos hacemos el tiempo para  lo que verdaderamente nos importa.
  • Prestar atención es un gesto de amor.
  • No siempre ‘escuchamos’ lo que nos dicen, muchas veces interpretamos lo que queremos oír.
  • No puedes amar a quien no está dispuesto a ser amado o elige no  sentirse amado.
  • El amor no se justifica, no se explica, no se mide, no se dosifica, no se cuestiona, no se condena, no se esconde, no se entierra, no se posterga.   



  • La única forma de encontrar el buen amor y reconocerlo, es Ser Amor.
  • Siempre que nos defendemos o nos protegemos (consciente o inconscientemente), creamos muros de espinas que lastiman a quien intenta acercarse.
  • El buen amor no se olvida, jugamos a dibujar nuevas realidades, pero el buen amor será siempre parte de lo que somos y bastará un desvío del destino para recordarnos los jardines olvidados.
  • El  enamoramiento y el amor son diferentes; la pasión y el amor pueden complementarse pero no son lo mismo; el erotismo y la sensualidad son formas del lenguaje del amor pero también pueden ser dialectos del ego; el apego y la comodidad no son lo mismo que el amor.
  • El amor no avisa, no te prepara, no te da tiempo a reaccionar, no admite estrategias ni manipulaciones; el amor te sorprende, te coloniza, te puede, te supera y te trasciende.
  • El amor no suplica, no mendiga, no humilla, no se vende y no se alquila. 
  • No tiene sentido esperar a quien no tiene apuro por llegar.
  • El Amor Es.
  • Los versos que un hombre enamorado escribe en nuestro corazón amante, jamás se borran.
  • Los susurros que nuestras Almas comparten cuando estamos distraídos amando, serán parte del eco que nos despierte cuando estamos dormidos.


Susannah Lorenzo©

Bella durmiente a los 57.

No espero, no busco, no ansío y sin embargo, bastaría un beso en la frente y la palabra correcta para arrebolar mi corazón.

Art: Chie Yoshii

Emociones huérfanas

 

Cuando negamos o ignoramos algo en nuestro interior, se convierte en un huérfano huraño, combativo y distante, incapaz de conectar con el mundo que lo rodea.

Solo la mirada atenta y amorosa de nuestro corazón, puede transmutar el barro en loto y la oscuridad en luz.

Artist: Chie Yoshii


Tarde o temprano, nos tropezaremos con los restos óseos de aquellas masacres que cometimos o permitimos.

Podrá ser por la realidad que nos rodea y no logramos transformar, quizá sea a causa de un malestar físico que se ha vuelto crónico o tal vez un día comencemos a llorar sin saber por qué. 

Entonces, habrá que sentarse, como La Huesera, cantar una canción amorosa sobre los huesos y cenizas, dejar que las lágrimas germinen los fósiles apagados y permitir que finalmente una loba nueva crezca su pelaje y corra aullando por bosques perdidos de la memoria.

Susannah

09 de junio de 2022