jueves, 9 de noviembre de 2023

Lecciones para Amar

La palabra ‘amante’, está muy desvalorizada; la asociamos normalmente a relaciones clandestinas, a sufrimiento o incluso romance y sexo.  ¿Será culpa de la literatura y el cine?  ¿O será que no nos detenemos a contemplar la energía de cada palabra que usamos?




Según el diccionario de la lengua española:

amante

De amar y -nte; lat. amans, -antis.

1. adj. Que ama. U. t. c. s.

2. adj. Dicho de una cosa: Que manifiesta amor o se refiere a él.

3. adj. Amado o querido. Amantísimo lector.

4. m. y f. Cada una de las dos personas que se aman.

5. m. y f. Persona que mantiene con otra una relación amorosa fuera del matrimonio.


 

Sí, es cierto que uno de los significados (el menos importante), se refiere a las relaciones clandestinas.  Pero, amante es una persona que ama, que elige manifestar su amor; convierte en acción concreta el verbo Amar.




Sin embargo, cuando recibí como regalo el libro Lecciones para amantes de Deepak Chopra, me dejé llevar por la ambigüedad del título y por la imagen de portada, elegida seguramente como una estrategia de marketing de la editorial.

La dedicatoria del libro escrita con tinta azul y con una caligrafía que distinguiría entre millones, dice:

“Para mi amada de siempre.”

11/IV/04

 

Cuando él me regaló ese libro ya no éramos amantes de ninguna clase, cada quien vivía en una ciudad diferente y danzábamos juegos dolorosos de cercanía y distancia alimentados por nuestros miedos y nuestras heridas.  Su regalo, me pareció entonces una puñalada, una burla a ese amor que me atravesaba, me abrumaba y por el que era capaz de anular totalmente la razón.

Creo que leí algunas frases de amor en mi programa nocturno de radio con música romántica.  Pero en ese momento, no leí verdaderamente lo que decía cada Sutra.  El libro se mantuvo, algunas veces oculto en cajas de archivo y otras veces en los estantes de mis bibliotecas.  Sobrevivió mudanzas, ataques de llanto y la destrucción de los regalos y recuerdos valiosos que ese hombre me había dado.




Anoche y esta madrugada, su alma me visitó en sueños, como lo hace cada tanto desde nuestra separación, mucho antes de que tuviera que dejar mis hijos mudarse  a la casa de su padre biológico.  

Mientras repaso recuerdos y miro todo en perspectiva, me pregunto si aquella decisión de echarlo de mi vida y cerrarme a la oportunidad de amar, ser amada y ser feliz en los términos que el universo y nuestras almas proponían, no fue acaso un desencadenante de todas las tragedias dolorosas que sobrevinieron después.  

Es que cuando uno clausura el corazón por decreto de la mente y toma decisiones desde el miedo, la culpa y la vergüenza, nada bueno resulta; porque actuamos desde la especulación, desde la necesidad de aprobación y aceptación y desde el terror que nos causa todo aquello que no podemos controlar.  

A ese hombre, con quien amé profunda, intensa y verdaderamente le hice daño, no porque quisiera hacerlo, sino porque cada vez que nos defendemos y nos protegemos de algo que aún no sucede, lastimamos a otros inevitablemente.




Las visitas de su alma siempre coinciden con alguna situación de su vida o de la mía, con algún pensamiento que lo ronda o incluso se anticipan a alguna comunicación que llega a través de un mensaje, un correo o una propuesta profesional de trabajo.  Su ego no quiere ni enterarse, pero a su alma poco le importa lo que su ego lastimado intente sostener, ella llega, clara, nítida, precisa y amante.

Tampoco es una fecha cualquiera, es la víspera del cumpleaños 36 de mi hija menor, con quien el puente se encuentra bombardeado y destruido desde hace varios años.  Su dolor y su resentimiento han evitado cualquier intento de acercamiento, así es que lo único que pido a Dios es que su corazón viva en paz y alegría, sin buscar que otros sufran como ella lo hace.




Nada es casual.  Las personas que más amo en esta vida no se sienten cómodas con esta nueva versión de Susannah, con la mujer que se transforma con cada ciclo y busca sanarse y liberarse del pasado.  Tampoco se sienten a gusto con mi forma de amar y desearían, quizá que fuera más terrícola o más ‘normal’, en mi forma de expresar un amor que siempre es intenso, sin filtros, sin medias tintas y sin disimulo.  Los detalles, los poemas, los libros, las cartas, los regalos artesanales, las dedicatorias y las verdades explícitas, son algo de lo que la mayoría escapa y considera ‘demasiado’.

Y entonces, ¿qué hago yo?, me repliego, me escondo, me opaco, me callo, dejo de hacer lo que nadie valora, dejo de buscar, dejo de cuidar, dejo de Amar y me vuelvo casi invisible.  No quiero molestar, no quiero invadir, no quiero ser siempre el recuerdo de un pasado doloroso, no quiero avasallar, no quiero forzar, no quiero quedarme allí donde no soy celebrada.




Dejar de Amar no es la solución, nunca.  Este año, los episodios de angina de pecho y arritmia me han complicado la vida, eso, tampoco es casual; es parte del mecanismo de defensa, del muro rígido construido para proteger mi corazón del desamor, del rechazo y de la indiferencia.  El amor es como el agua, si no fluye, se estanca, se pudre, se vuelve amargo y contamina todo lo que hacemos.

Te invito a leer sobre el Corazón Roto.




A principio del 2024, este libro cumplirá 20 años en mis manos, es parte de una historia que compartí en el libro Orbita de Amor. Esta tarde, mientras comía una mandarina, decidí buscarlo en mis estantes, y allí estaba esperándome. Comprendí por primera vez que eran lecciones para amar: amar la vida, amar los hijos, amar a Dios, amarnos a nosotros mismos y también, porque no, amar al hombre amado.

Susannah Lorenzo©

Recordando que no se puede estar plenamente Viva sin dejarte habitar y transformar por el Amor.

09 de noviembre de 2023

 



“Cuando dos personas se unen en el amor, tejen una trama de conciencia.

Si esta trama es fuerte, ambos lo han hecho así.  Cada pensamiento, cada acto amoroso es una hebra agregada al tejido.  En sánscrito, hebra se dice Sutra, palabra que también tiene un sentido metafísico.

Los sutras son aforismos que expresan una verdad fundamental sobre la conciencia.  Cuando el poeta Rumi dice ‘El amor es el mar donde se ahoga el intelecto”, está pronunciando un Sutra.

He aquí una colección de sutras que he escrito a lo largo de varios años.  La ofrezco a los que aman, a los que desean amar y ser amados, y a todos los que anhelan descubrir la verdadera esencia del amor, para que inspirados por ellos puedan agregar sus propias hebras a esta trama infinita.”

Deepak Chopra – Lecciones para amantes 





 

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