lunes, 23 de octubre de 2023

Lo mejor que se puede

Muchas veces en la vida, nos toca hacer lo mejor que se puede, aunque en nuestro interior quisiéramos hacer algo maravilloso.




El aprendizaje está en aceptar, que en realidad, hacemos lo que Dios necesita que hagamos, de manera perfectamente imperfecta y bajo la Gracia Divina.

Lo mismo sucede con los milagros que esperamos o las peticiones que fervorosamente realizamos a Dios.  La mayoría de los pequeños y grandes milagros se manifiestan a través de seres humanos que se prestan al Plan Divino y cumplen con la Voluntad expresada a través de señales, sueños, intuición o impulsos.

Cuando el mensajero que Dios pretende usar para obrar y realizar su milagro está distraído o se resiste a cumplir con el mandado, la energía deja de fluir y surgen impedimentos, hasta que Dios elabora otra estrategia y encuentra otro mensajero dispuesta.




Anoche, por ejemplo, recibí una de esas visiones y mensajes relacionados con los ‘muertitos’, como yo les digo cariñosamente.  Mi primera reacción fue: no quiero, eso no, por favor.  Entonces, como era tan intenso, me levanté para no dormirme con esa imagen y usé todos los recursos posibles para consultar frente al altar, si lo que estaba viendo era producto de mi imaginación.  Pues no, en realidad, la confirmación llegó de que era parte del servicio que se me viene pidiendo y que de alguna manera resisto y demoro.  Así es que tomé nota de lo necesario y consagré mi nuevo servicio a Dios nuestro Señor.




Pero lo que quiero compartir hoy, con la imagen de este humilde Rosario / Coronilla Amorosa de la Reina de la Paz, es un testimonio.

Desde que la pequeña imagen de Nuestra Señora de Medjugorje se vino conmigo hace unas semanas, comencé a leer el libro Medjugorje escrito por José María Zavala, que contiene no sólo toda la información de la Reina de la Paz, sino de otras apariciones, milagros y mensajes.

Cada vez que leía ‘rezar un tercio del rosario’, no comprendía muy bien a qué se refería y me quedaba con la curiosidad pero la Madre insistía en que debía ocuparme de eso.

Estos últimos días han sido especialmente difíciles y sólo la oración, la lectura espiritual, el reposo y le silencio, me ayudan a sobrellevar las dificultades.  Mientras rezaba el rosario estos días, le pedí especialmente a la Madre y a Dios, recibir el milagro del dinero suficiente para comprar mis tres medicamentos que tomo a diario.  Ayer una compra que llegó a una de las tiendas, prometía que el milagro se anunciaba.  Cuando desperté hoy lunes, descubrí que no había otras ventas o transferencias, por lo tanto, sólo quedaba decidir cuál de los dos más accesibles podía comprar con el monto que tenía.  Pregunté a la Madre y me respondió específicamente que comprara primero uno.  Así es que tomé una ducha y fui hasta la farmacia.

Le pregunté a la empleada que estaba de turno, cuál era el laboratorio más barato para esa droga.  Entonces, escuché que la farmacéutica (la dueña), le hablaba y le decía que yo siempre compraba ahí y pagaba en efectivo, no con tarjeta de crédito u obra social y apareció con varias muestras de esa droga que la Madre me había dicho que comprara primero. 

--¿Le sirve?—preguntó la dueña.

Yo casi lloro de la emoción.  Entonces pregunté por el otro fármaco que es de más bajo precio y me alcanzaba justo para ese y una tira de aspirinas para el corazón.  Averigüé el precio actual del medicamento más caro, para dejarlo como petición en el altar  y me vine llena de gratitud y sintiéndome enormemente bendecida.

Al llegar al departamento, encendí una vela en el altar y busqué mi caja con cuentas e hilos.  Apenas si quedan unas pocas cuentas y no son las más bonitas, pero armé el Rosario Amoroso / Coronilla para La Reina de la Paz, y así cumplir la promesa que le hice ayer de rezarlo todos los días.




Después de leer varios capítulos del libro anoche, busqué en Mercado Libre, opciones de rosarios o coronillas con la advocación y la cantidad de cuentas indicados por Nuestra Señora de Medjugorge, pero no había, y la única opción disponible tenía malas recomendaciones.  La intención era dejarlo marcado como favorito para cuando pudiera comprarlo, pero pensé que debía buscar en la santería del barrio.

En el pedido que había hecho el fin de semana de dinero para medicamentos, había incluido, por supuesto, el dinero para comprar Su rosario.  Pues no, indudablemente la Madre no quería que lo comprara y por eso seguía cerrando puertas con eso.  Necesitaba que me sentara a armar un rosario con mis manos, mi corazón, mi intención, mi devoción y mi bendición.

De lo que se supone que debe llevar este rosario, solo tiene la cantidad de cuentas pero no tiene una cruz, ni una medalla de su advocación; apenas si logré encontrar un pequeño dije del Espíritu Santo.

¿Es lo que yo quisiera? No lo es.

Había imaginado un rosario precioso, con medalla de Medjugorje, e incluso había pensado en hacer varios para regalar.

Hice lo mejor que pude con lo que tenía a mi alcance, con los recursos disponibles y bajo las circunstancias de mi vida actual.

Siempre lo he dicho, muchas veces no importa qué hacemos, sino cómo lo hacemos y desde que lugar de nuestro Ser.




Me parece humilde y defectuoso este rosario, sin embargo, la imagen de la Madre María me mira y sonríe, complacida de que cumpliré mi promesa con un rosario hecho con inmenso amor y desde la gratitud de reconocer que no siempre los milagros llegan de la forma que queremos, sino de la forma que Dios considera justo y necesario.

Los milagros de hoy han sido simples y sin embargo no menores:

· Recibir muestras gratuitas de uno de los medicamentos.

· Completar el Rosario Amoroso de Nuestra Señora de Medjugorje.

· Sostener la salud a pesar de las dificultades.

· Confirmar que las señales llegan cuando avanzamos en el camino que Dios nos indica.

Susannah Lorenzo©

Tejedora de Magia

En Dios y con Dios, siempre.


 Este es el libro que inspiró mi promesa y mi rosario.


domingo, 15 de octubre de 2023

Feliz Día

Como persona sensible, le doy  valor a cada palabra y me resulta incómodo cuando las personas usan ciertas frases, como un eslogan comercial, pegadizo y fácil de usar.  Creo que cuando todos te saludan con un ‘Feliz Día’ en ciertas fechas especiales, es la manera más cómoda de no tener que usar su creatividad o sus emociones para escribir algo original desde sus corazones.

Pero muchas veces, esa frase tan común, se convierte en un dardo que nos perfora el corazón, porque no hay nada más doloroso que sentirse invisible e incomprendido.  Creo que el mejor regalo para cualquier persona, es que los otros nos miren, nos vean, nos comprendan, nos escuchen o al menos hagan un intento por entender lo que sentimos.  No hay regalo más valioso que ese.




Aquí en Argentina, el tercer domingo es el Día de la Madre.  Agradezco todos los mensajes y saludos recibidos de personas que me han sorprendido.  Sin embargo, todos los saludos comenzaban igual: ¡Feliz Día!

Apenas si pude llegar sana y salva a las 2 de la tarde, porque  el dolor en el pecho era insostenible y las lágrimas guardadas desbordaban mis ojos.  Entonces, desactivé las notificaciones y me guardé en silencio.  Ni pensar en dar una vuelta por las redes sociales, que estallan con fotos de momentos compartidos, celebraciones, regalos y demostraciones públicas de cariño.




¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que no puede celebrar ese día ni con sus hijos ni con sus nietos? 

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que aunque ama a sus hijos, está transitando la muerte de un ser querido?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que está exiliada y proscripta por mandato familiar?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que aún llora secretamente los abortos o los bebés fallecidos al nacer?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que apenas si tiene un poco de pan y queso para el almuerzo de su día especial?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que tiene el corazón dividido entre su hija que crece sana y su hijo que murió con la edad de Cristo?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que ha perdido su casa y está arrinconada en un espacio prestado intentando sostener el vínculo con sus hijos?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una mujer que le robaron sus hijos?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una mujer que no tiene tiempo ni energía para disfrutar de sus hijos porque debe cumplir con el rol de madre y padre?

¿Cómo puedes decirle Feliz Día a una madre que permitió mentiras y manipulaciones para que sus hijos tuvieran casa, educación y alimento?




Puedo hacer una larga lista de preguntas, pero creo que con esas basta para darte un ejemplo; algunas son situaciones reales mías y otras son situaciones de personas que conozco.

A veces, tengo ganas de colgar un cartel que diga: ‘Odio la frase Feliz Día, no la uses, me lastima profundamente.’ Pero si lo hiciera, la equivocada sería yo y todos se ofenderían, porque lo hacen de ‘buena intención’.  Y seguramente al año siguiente ni siquiera me escribirían. 

¿No sería más bonito, si nos tomáramos el tiempo para conocer realmente cómo se siente el otro?, o es que, ¿eso te parece demasiado arriesgado?

¿No sería más honesto, construir, redactar, crear una frase propia para cada persona y su realidad?

Sería mucho más loable preguntar ‘¿cómo estás?’, sin prejuicios y sin pensar en lo que vamos a decir o lo que nosotros opinamos; sólo para escuchar, conocer e intentar comprender.  Y luego, ofrecer nuestra compañía, o preguntar ¿hay algo que pueda hacer por ti?

La mayor parte del tiempo, no necesitamos alguien que nos sane, nos cure o nos salve; simplemente necesitamos que alguien se quede a nuestro lado, aunque sea en la distancia; nos escuche, nos vea, nos contenga y respete nuestra forma de sentir.

Susannah Lorenzo©




Con un día no tan feliz.

Agradezco infinitamente a Dios y la Madre María que mis hijos están con vida, cuidando de sus familias y haciendo lo mejor que pueden.

Agradezco la experiencia de haber sido Madre por Voluntad Divina y atesoro los momentos compartidos con mis hijos, aunque ese pesado esté muy lejano y parezca de otra persona.

Agradezco aún las situaciones más dolorosas, la separación y las injusticias, porque todo lo que sucedió a partir de eso, ha hecho posible que 12 maravillosos seres estén abriendo su camino, como mis nietos.

Solo Dios sabe.

Si por alguna razón, como hijo/a o como Madre, no tienes un día tan feliz, te invito a escuchar esta lista en mi canal de YouTube.