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miércoles, 9 de diciembre de 2020

Baobabs en Navidad

 


La mente está asustada, frustrada y enojada. Mira el árbol y los adornos con bronca y como un pájaro agorero repite mientras mira a la niña del corazón con desdén:


¿Acaso crees que vas a tener ahora la mágica Navidad que no tuviste de pequeña?

¿De qué te sirve tu Espíritu Navideño con la heladera y la billetera vacía?

¿Ni siquiera tu gato entiende qué estamos esperando?




La niña se acurruca, defiende la Navidad como una bandera, se acuesta cada noche creyendo que el amanecer traerá un milagro,  se convence que los sueños tejidos a Crochet traerán nuevos colores y emociones, siembra navidades en otros corazones, lee poemas y cuentos para corazones descreídos y duerme largas siestas mientras sus lágrimas riegan semillas perdidas en los confines del desierto.



A  veces siento que he equivocado las semillas, porque la siembra ha sido intensa y cada mañana el desierto despierta mostrándome su arena.

¿Será que he sembrado Baobabs cuya sombra nunca veré?




Otras veces, el océano se hace infinito, mi bote es apenas una hoja de madera y los remos parecen no llevar a ningún sitio. Cada mañana busco en el horizonte atisbos de una tierra próspera, un destino, un rumbo, una señal y solo es el cielo desdibujado en el agua.

Aún así, en un rincón del bote enarbolo mi pino de Navidad, como un acto profundo de Fé, como una manifestación de rebeldía contra la realidad que me abruma. 



Dicen que habrá estrella de Belén este solsticio y mi pesebre se sostiene buscando que los Reyes Magos me encuentren, y Jesús, Oh mi Jesús, habite mi corazón para que viva en su Gracia y en la alegría de ser la Niña que despierta en Navidad.


Susie

Susannah

Diciembre 09



Te invito a descargar, compartir y difundir Navidad en el Corazón.
Tus comentarios en el vídeo pueden ayudar para que muchas personas conozcan mi labor literaria y compren mis libros.
Gracias


lunes, 16 de noviembre de 2020

Escribir para despejar los cielos

 Hasta ayer, me había prometido no hablar, no compartir, encerrarme en mi silencio en una pulseada con Dios, hasta que un milagro apareciera para iluminar mis días. Me sentía miserable y dentro mío los demonios y las sombras crecían como una enredadera que me asfixiaba.

Dicen que si uno habla de lo malo que nos sucede, es malo, que se multiplica, que atraemos más de lo mismo. Coincido en que quejarse constantemente y repetir el mismo lamento cada día, no nos ayuda a salir del pozo. Pero también creo que compartir con un corazón amoroso, aliviana las cargas, saca de nuestra mente los miedos y la angustia y cuando están allí afuera transformados en palabras, se hacen más pequeños y hay espacio en nuestro interior para crear otras salidas del laberinto.

Cuando no hay disponible un corazón amoroso en escucha atenta, escribir es siempre una terapia efectiva para ponerle nombre y apellido a lo que nos pasa.

Ayer, mientras disfrutaba del aire fresco, unos mates y la compañía de Blackie en el rincón de las suculentas y cactus, rompí el silencio para escribir sobre este Desierto que se ha vuelto un largo camino desde hace algunos años.

Después del blog, hice algunas publicaciones sobre esta falta de espíritu navideño que me hacía sentir una extraña dentro de mí misma. Me parecía que la niña que vuela cada Navidad, se había congelado en el ártico, a resguardo de toda la locura del 2020.




Entonces, sucedió lo que siempre pasa: yo escribo, despejo mi mente, libero espacio dentro de mi corazón y las condiciones son propicias para que  Jefesito lance toda la artillería para inspirarme con un mega proyecto de Navidad en el Corazón. Así, como si nada, en plena luna nueva, las musas, Dios y el Ángel de la Navidad provocaron una catarata de creatividad que no ha cesado por más de 12 horas. Es decir, que, a pesar de las dificultades que menciono en el blog, no me ha quedado otra que posponer el sueño y el cansancio, hasta que la tarea esté terminada, tal como fue canalizada, debiendo manifestarse en este lunes 16 de noviembre.




La vulnerabilidad, la debilidad, la sensibilidad y la honestidad son el camino más directo para danzar con la sombra y transmutar las energías.


Solo Dios sabe.

Gracias

Susie

Estén atentos porque muy pronto estará disponible el regalo para la comunidad de Puentes, en diferentes formatos.

Como se dice en inglés: Stay tuned! (Quédate en la sintonía.)

 


jueves, 30 de abril de 2020

Jaulas

🐦En la casa de una de mis abuelas, había jaulas pequeñas, grandes y medianas, con pájaros de diferentes especies y colores.

Había muchas mantas gruesas y oscuras para taparlos al atardecer, por si acaso se les ocurría cantar a deshora.

Algunas jaulas colgaban de las paredes y otras, las pajareras, eran como casas alineadas a lo largo de la galería con suelo apisonado de tierra.

Cuando era niña y me dejaban ahí por días o semanas, a mi me gustaba caminar distraídamente cerca de las pajareras. Sutilmente y con cuidado corría los pestillos y seguros, dejando apenas entreabiertas las pequeñas puertas.

Los pájaros comenzaban a agitarse sin estar muy seguros de qué hacer.

Su instinto les recordaba cielos libres perdidos en la línea de ancestros.

Sus miedos y su falta de pericia para abrir la puerta, los alborotaba y los hacía golpear sus alas contra el metal.

Entonces, mis tías o mi abuela, o todas ellas juntas, me acusaban de alterar la calma de los pájaros.

Siempre desconfiaban de mis argumentos sobre puertas mal cerradas.

Yo siempre me iba a dormir soñando con que un día todos esos pájaros volaban, estrenaban sus alas y podían cantar aunque mi abuela tuviera un mal día.



Creo que aún en la vida adulta, siento la necesidad de abrir los candados, inaugurar ventanas o regalar pinceles para que otras personas dibujen sus propios cielos.

Entonces, hay justificaciones e indultos para los carceleros y las jaulas de papel se sostienen en el miedo atroz de conocer caminos qué solo se sostengan en nuestros pasos.

🐦Como cuando era niña, el ave me mira confundida y se niega a saltar hacia la infinita incertidumbre donde todo es posible. Los carceleros me acusan, se mofan y con un poco de alpiste, me ganan la batalla.

🌷Susannah Lorenzo
Tejedora de Puentes
Tejedora de Cielos



#libertad
#miedo
#jaula