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viernes, 7 de enero de 2022

Mitos de lo Sagrado

 

¿Cómo podemos sanar emocionalmente, completa y profundamente, si creemos que nuestras emociones residen en el centro de nuestro pecho o en nuestra mente?

¿Cómo podemos ser Seres Espirituales habitados por la Divinidad si seguimos convencidos de que la espiritualidad nada tiene que ver con las partes de nuestro cuerpo al sur de nuestro ombligo?

¿Cómo podemos dominar el arte de la meditación y la armonización de nuestros chakras, sino trabajamos activamente con nuestra energía sagrada?

¿Por qué creemos que un altar, una plegaria, un templo hecho por humanos, la presencia de los Ángeles e incluso los mensajes de Dios son algo sagrado?  ¿Por qué nos cuesta creer que el templo físico donde habita nuestra sexualidad (creado por Dios) es algo sagrado?  ¿Por qué no invocamos a Dios o a los Ángeles en un momento de actividad tántrica sexual?




Viernes en horas tempranas de la tarde

Mi cuerpo y mis energías insistían en recordarme que los tenía abandonados (ya ni sé desde cuándo).

A pesar de que los obreros de la construcción habían llegado puntualmente a trabajar al medio día en los departamentos vacíos (pared mediante), estaban bastante silenciosos.  La temperatura de verano no estaba tan intensa, debido al cielo nublado.  Dispuse todo para el momento: sahumerio, aceite de coco, mis auriculares con música tántrica para sanar y mi mejor sonrisa de ‘hoy me doy permiso’.

Estaba plácidamente acomodada sobre mi cama y al poco tiempo de comenzar mi sesión de auto placer (lo hago como una meditación activa), comenzaron los ruidos intensos.  Estuve a punto de desistir, pero recordé el vídeo que había visto ayer de Ismael Cala (sobre meditar en cualquier lugar y con ruido) y decidí respirar hondo.

Entonces, sin pensarlo y sin saber por qué, imaginé al Arcángel Miguel, parado frente a mí, protegiendo la pared compartida con la obra en construcción, los ruidos y las energías de las personas que allí estaban. Al principio se sintió raro: ¿un arcángel en mi habitación en un momento de sensualidad?  La imagen seguía nítida e intensa.  Si nuestra energía sexual es sagrada, reside en nuestro templo (Chakra Sacro) y es parte de nuestra divinidad, entonces, debería ser totalmente normal invocar un Ángel, un Arcángel o el mismito Dios en un momento así.

Después de todo, es mucho más sano y sagrado invocar la presencia Divina de algún ser superior, que invocar el recuerdo y la energía de una persona que nos inspire aunque ya no forme parte de nuestra vida o nunca vaya a hacerlo.

Mi cabeza de Virgo no para, así es que en ese mismo momento, decidí que tenía que escribir y compartir mi experiencia; después, obviamente de haberme ocupado de mis energías amorosa y sagradamente.



 

Si bien hace tiempo que trabajo con mi Shakti (energía sagrada femenina), a través de meditaciones y del uso de Yoni Eggs (huevos de obsidiana y cuarzo rosa); me desconecto fácilmente de mi energía del segundo chakra (Chakra Sacro).  Siempre fue así, a pesar de ser una mujer apasionada en mi juventud, me fue mucho más fácil trabajar mi espiritualidad, mi sabiduría y mi sanación, desde la cintura para arriba.  Más de un trastorno energético, más de un desequilibrio emocional y más de un síntoma físico, me han hecho saber que eso no es lo correcto.  Cada vez que hago un diagnóstico de mis chakras a través de sesiones de TarotEvolutivo, el resultado es el mismo: Chakra Raíz y Chakra Sacro desarmonizados.

Después del diagnóstico, me hago la tonta, como siempre; es decir, uso Mantras, meditaciones, alimentación consciente, danza de los chakras, cristales e incluso música para armonizar esos chakras. Postergo (de forma incosnciente) el trabajo activo con mi Divino Femenino. Incluso, tengo en mi lista de pendientes, hace más de un año (yo diría que un par de años), el grabar un vídeo para la comunidad de Puentes, sobre el auto placer como camino de sanación.



Mirando hacia atrás, cada vez que he usado un Yoni Egg, he meditado, he respirado conscientemente, he manifestado en voz alta mi intención de sanar y encontrar el equilibrio, pero no he invocado jamás a Dios o los Arcángeles en ese momento, no he invocado a ninguna presencia superior Divina.



Quitar la Divinidad que nos habita de la ecuación, despoja de lo Sagrado a todo aquello que hacemos para sanar nuestro Divino Femenino e incluso nuestros órganos femeninos.

Nuestra cabeza está demasiado llena de prejuicios;  condicionamientos culturales, sociales y familiares; interpretaciones religiosas y miedos adquiridos.

Todo en la vida se aprende haciendo.  No hay otro camino.  Puedo leer libros, escuchar audios, ver vídeos;  pero si no hago nada con ello, sino practico, sino aplico dedicación y constancia intencionada, no habrá resultados, ni aprenderé nada.  Aplica para crochet, cocina, carpintería, armonización de chakras, o el cuidado de nuestro Templo Sagrado (Divino Femenino / Shakti).

Confieso que a pesar de trabajar con el  Ejercicio del Espejo y la foto de mi Susie pequeña en mi altar; las circunstancias de la vida, mi edad, mis problemas de salud y las dificultades económicas han dormido mi libido.  A veces, aparecen unas ganas pequeñitas, pero siempre hay algo más importante que hacer en mi agenda.

¡Y después me pregunto por qué hay un par de asuntos que no termino de sanar y acomodar en mi vida!



“El segundo chakra, del sacro, es nuestro centro de vitalidad; la flexibilidad en este punto, nos permite sentirnos satisfechos en nuestro propio cuerpo.  El nombre sánscrito ‘Svadishana’, significa ‘nuestra propia morada’.  Este chakra responde a los ciclos de la Luna y equilibra los momentos lunares femeninos.  Un chakra del sacro en armonía desplaza la energía hacia arriba desde el chakra raíz y provoca sensibilidad sensual y alegría.  Aporta fluidez a nuestras acciones, habilidad para relajarnos y expresarnos en danza, la música y otras artes. 

Sin embargo, si se encuentra desequilibrado, podemos notar falta de energía y espontaneidad.  Este chakra alude a nuestra forma de responder a los sentimientos.  Nuestro centro de vitalidad es acuoso por naturaleza y está sujeto a los cambios de humor, aunque solo crecemos cuando reconocemos nuestro lado más oscuro y difícil.  Y si no crecemos frente a la adversidad, nuestro niño interior se estanca en el segundo chakra y somos incapaces de desplazar la energía en sentido ascendente, hacia otros niveles.  (Incluso nuestra vida espiritual.)

Chakra Sacro

·         Color: naranja

·         Sistema fisiológico: genitourinario

·         Sistema endocrino: glándulas suprarrenales

·         Cuestiones clave: relaciones, emociones, adicciones

·         Enseñanza interior: buscar relaciones significativas en todas las formas de vida

·         Acción energética: transmuta / sutiliza la energía sexual”

Patricia Mercier

La Práctica de los Chakras



 

No podemos reconocer como sagrado, una parte importante de nosotros, sobre la que sentimos vergüenza o culpa.  No podemos sanar aquello que no se reconoce ni se acepta.  Para poder sanar verdaderamente nuestra energía más sagrada, debemos bendecir la Morada, el Templo Sagrado con la energía superior más alta disponible: la energía de Dios, el Espíritu, o nuestros Guías Espirituales.



Para leer y/ o escuchar

El cuerpo siempre sabe

La Bruja de los Besos: Blog / Vídeo

Poema Shakti: Blog / Vídeo

Manifiesto de Amor

Divino Femenino en mi página web

 



miércoles, 20 de mayo de 2020

Agotada en cuarentena


Cuando nos sentimos agotados, como si nuestra energía se hubiera drenado por cada uno de nuestros poros y no hay días ni horas que alcancen para recuperar el sueño o sentirnos vitales y frescos otra vez, es tiempo de revisar nuestros patrones de conducta, pensamientos y nuestra forma de sentir.

¿Qué fue lo que pasó conmigo en esta primera mitad del año?  Siento que necesito unas largas vacaciones, en spa con todo incluido, para hacer nada, comer sano, recibir masajes y no tener que ocuparme de resolver ningún problema, ni siquiera el menú del día.

Durante la época de aislamiento social, he seguido atendiendo personas a través del celular y whatsapp y he continuado dando clases a quienes optaron por continuar con el sistema virtual.  

Reconozco, que 8 de cada 10 días, me paso el tiempo vestida en piyamas, y aunque tomo una ducha diaria, sólo me maquillo los días que grabo vídeo y uso ropa para estar cómoda en casa, incluyendo pantuflas.

Digamos, que esta cuarentena ha sido como un largo domingo, a cara lavada, con bata y ropa que está a mitad de camino entre la comodidad y el desgano.  De algún modo, se fueron pasando los días y dejé de usar las piedras y cristales de protección.  Parecía no tener sentido usar un japa mala (más que para la hora de la meditación), las pulseras o anillos para armonizar mis energías.

De algún modo, creemos que sólo debemos proteger nuestras energías cuando nos encontramos con personas cara a cara, pero quienes somos sensibles (niños esponjas), podemos captar y absorber energías de otras personas con una llamada telefónica o un intercambio de ‘radares’ durante las horas de sueños.  Solemos bajar la guardia con las personas que amamos, sin embargo en estos momentos de crisis, debemos guardar el equilibro entre dar y recibir y entre escuchar y ser escuchado.

He aquí un listado de todo lo que hice mal durante estos meses de soledad absoluta:


  • Dejé de usar piedras y cristales (amuletos, anillos, pulseras, japa malas y collares).
  • Me ocupé de ofrecer ayuda a cuanta persona se viera afectada por esta cuarentena.
  • Ofrecí descuentos en todos mis servicios y terapias.
  • Bajé la guardia con familia y afectos.
  • Dejé que muchas personas me usaran como un lugar donde desagotar sus miedos, furias, angustias y conflictos no resueltos.
  • Me preocupé por todo lo que estaba sucediendo a mi familia, hijos y nietos, sabiendo que no hay nada que pueda hacer por cambiar sus realidades.
  • Me enfoqué en ‘trabajar’, generar ingresos y pagar cuentas y mantenerme activa a pesar de la cuarentena.
  • Dejé de hacer lo que me gusta, por el simple placer de hacerlo.
  • Dejé de conectar con lo que tenía ganas de hacer y me obligué a hacer todo aquello que parecía mantenerme a flote durante la tormenta.
  • Me ocupé tanto por cobrar y pagar que llegó el momento en que me sentí vacía, agotada y sin fuerzas y entonces, dejé de crear, brillar y ser parte de la abundancia del universo.
  • Saqué el disfrute y el placer de la ecuación.
  • Quise tomar el control de mi pequeño bote perdido en la gran tormenta del océano.
  • Olvidé que los milagros sólo son posibles cuando Dios está a cargo de mi agenda.


En inglés se llama ‘burnout’ cuando el cansancio y el agotamiento físico y mental nos enferman y nos quitan claridad.  No es la primera vez que me siento así desde que comenzó la cuarentena.  Eso no es bueno.  Estoy haciendo cosas que ya no tengo ganas de hacer y me siento tan desgastada que no tengo fuerzas ni energía para hacer lo que tengo ganas de hacer.

Será tiempo de dejar que el bote simplemente flote, sentarme a leer un libro y confiar en que Dios, sólo él, sabe cómo, cuándo y dónde.

Hace unos días o semanas (ya perdí noción del tiempo), escribí en mi blog, sobre sensibilidad y empatía.  Creo que no sólo estaba buscando concientizar a otras personas o mostrarles a los sensibles que no están tan solos, sino que buscaba que la gente a mí alrededor se diera cuenta que necesitaba ayuda, contención y paciencia.  Algunas personas se sintieron identificadas con esa publicación, pero ninguna persona a mi alrededor cambió su actitud, su indiferencia o sus exigencias.

Porque, en realidad, soy yo quien debo contenerme, ser paciente conmigo misma y permitirme ser débil, estar asustada y no poder resolver todo lo que se supone que debería.


Cuando tomé la ducha hoy, me vestí con piyamas otra vez, me encantan; si pudiera tendría una colección de ropa cómoda para hacer fiaca en la casa y que se viera tan bonita que pudiera salir a caminar con ella.  Sin embargo,  me puse el relicario con mi talismán de virgo y el orgonito que dormía en un cajón; las piedras/cristales tienen propiedades que son ahora más útiles que nunca.

Desde hace un par de días, cuando no estoy fuerte, cuando las energías de otras personas me agobian, tomo distancia y digo ‘no’.  Porque quien no tiene la decisión de hacer cambios en su vida, tampoco tiene el derecho de usarnos de desagote o muro de lamentaciones.  Se puede acompañar con respeto, empatía y cariño, pero lidiar con tormentas solares ajenas o escuchar una letanía de quejas que jamás cambia, no es sano para quien escucha ni edificante para quien construye su realidad desde lo que no puede cambiar.

Estoy cansada, muy.
Me siento enferma, muy.
Mis energías están tan bajas, que hay momentos durante el día que mi cuerpo se enfría de tal manera, que no hay manta que me de calor; y eso, que aquí, aún no llega el invierno.

Necesito ocuparme de mí, protegerme, cuidarme, consentirme, relajarme.  Necesito extender las alas y planear sobre esos cielos que nadie transita.  Necesito hacer siestas en mi bote y despertarme cuando Dios, haya resuelto el curso.

Susie
Susannah

Pronóstico: inestable con probabilidad de viento y chaparrones.