Mostrando entradas con la etiqueta amigos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amigos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Manifiesto de una emprendedora



  • Me gusta ayudar y colaborar para que otras personas aprendan, pero enseñar también es mi trabajo y aprender es tu tarea.
  • Si paso muchas horas haciendo trabajo gratuito para otras personas, luego no tengo energías ni tiempo para enfocarme en mis propios proyectos.
  • Todo lo que uno no sabe hacer se puede aprender, te lo dice alguien que aprendió casi todo de oficio y por necesidad.  
  • Si no sabes hacer algo busca quién lo haga, pero paga por un buen servicio.
  • Que yo sepa  hacer muchas cosas, tenga múltiples talentos y me ‘de maña’ con todo, no te da derecho a exigir que yo te ayude con tus cosas sólo como favor.
  • Si elijo ayudar como favor o como un empujón inicial a alguien que recién comienza con un proyecto o actividad, tengo derecho a dejar de hacerlo cuando crea que ya puedes hacerlo tú mismo o estás en condiciones de pagar por mis servicios.  Pero mi ayuda, es bajo mis términos y condiciones.  No puedes imponer condiciones sobre algo que recibes como regalo.
  • Los mejores clientes no suelen ser los más adinerados, sino las personas que valoran el tiempo, el trabajo, la dedicación y la capacidad de la otra persona.
  • El valor de mi trabajo no está dado solamente por lo que recibes en forma visible:  hay mucho tiempo y dedicación para preparar una hora de clase, buscar material, estudiar y actualizar mi conocimientos;  disponer mi espíritu y los recursos necesarios para una sesión de terapias holísticas; escribir, editar, diseñar y crear un libro artesanal o pasar horas frente a la computadora para lograr un buen contenido para las redes sociales.
  • El profesionalismo, la seriedad, la responsabilidad, el arte, la sensibilidad y el tiempo que uno dedica al trabajo que ofrece son parte del valor agregado.
  • A todos nos gusta que alguien nos haga la vida más fácil, bonita y llevadera.  Intenta cambiar de rol de vez en cuando.
  • Las rotiserías, las panaderías, los sacerdotes, las peluquerías y la mayoría de los servicios eligen un día a la semana para no atender.  Es saludable, permite el espacio y el tiempo para no hacer nada, descansar y renovarse.  Ninguna persona que está disponible 24/7 puede dar lo mejor de sí misma todo el tiempo.
  • Si soy bilingüe y tengo facilidad para interpretar canciones, entender las películas o pensar en inglés todo el tiempo, no es equivalente de que tenga que andar por la vida traduciendo para quienes no pueden hacerlo.  A veces tengo ganas y lo hago porque sí; otras veces no tengo ganas de trabajar siempre gratis.
  • Por cada media hora de un buen trabajo de diseño y contenido usando la tecnología que muchos tienen y no saben manejar, hay muchos años de experiencia, estudio y sobe todo muchas horas de practicar, equivocarse, no dormir y aprender.
  • Por cada hora de clase, sesión o consulta, tienes que sumar una hora de preparar el material, los recursos, los audios y el ambiente; es probable que debamos sumar media hora para limpiar, ordenar y preparar el espacio físico.
  • Los emprendedores somos todo en uno: profesional, recepcionista, servicio de limpieza, compras y proveedores, relaciones públicas, asesor, trámites, cadete, atención al público, mantenimiento y servicio de quejas.
  • Si atiendo en mi casa, todo lo que tengo es lo que hay, ofrezco todo lo mejor que tengo y espero lo cuides y lo recibas del mismo modo que lo comparto contigo.  Si te recibo en mi casa, estoy creando un espacio de confianza mutuo para que ambos podamos trabajar cómodamente.
  • Me han ayudado mucho en la vida y estoy más que agradecida, por eso también me gusta ayudar.  Pero una cosa es la necesidad y otra es el abuso.  No me gusta ayudar a quien no tiene ganas de hacer algo y  considera demasiado caro mi servicio.  Sí me gusta ayudar a quien realmente no puede hacer algo pero tiene ganas de aprender y me encanta ayudar a quien valora lo que hago pero no puede pagarlo momentáneamente.  En realidad, quien no puede pagarlo, buscará el modo de hacerlo y por eso, en muchos casos, acepto el canje como forma de pago.
  • Como madre casi soltera de mis tres hijos (divorciada sin aportes de cuota alimentaria), mi carrera profesional ha significado mucho más que horas de estudio, trabajo, capacitación, viaje, experiencia y desafíos: tantas aptitudes, talentos y conocimientos costaron el precio de muchas horas lejos de casa y de mis hijos, horas, días y semanas en los que me privé del simple placer de jugar con mis niños.
  • Mi lema es: todo se puede.  Y lo que no se puede, al menos, se intenta poniendo lo mejor de sí, jugando al todo o nada.
  • Durante varios años padecí el sentirme desempleada, desocupada y fuera del sistema.  Este año que ya casi termina, significó la decisión de disfrutar ser una Emprendedora, que siempre lo he sido. 
  • Porque soy emprendedora, artesana, escritora y mujer sensible, cuido cada detalle, y dentro de mis posibilidades, brindo lo mejor que soy, tengo y puedo darte.

A quienes comprenden sin tener que explicarles, gracias, me siento honrada.
A quienes buscan algo diferente, mis mejores deseos y bendiciones en su camino.
A quienes merecen una explicación, los puentes están siempre tendidos y transitables.
A quienes valoran mi trabajo y mi dedicación, y me agasajan con pequeños detalles y a veces grandes regalos, que el universo duplique todo lo que dan para que vivan siempre en prosperidad y abundancia.
Susannah 
Susana Lorenzo
Soledad Lorena

5.12.17







sábado, 25 de febrero de 2017

Extranjera entre mi gente

Las redes (FB, blog) se han vuelto mi bitácora de viaje, mi antídoto contra la soledad, mi vacuna contra la locura.

Pueden pasar días, semanas enteras y hasta meses en que no hablo con nadie, a menos que sea lo estrictamente necesario si voy a comprar algo y tengo algún alumno particular.  Si estoy sin trabajo, entonces no hablo con nadie.

Cuando decidí volver a San Juan (mi ciudad natal) hace un año y medio ya, lo hice porque los alquileres estaban más baratos que en Malargüe (Mendoza), y porque pensé que en una ciudad grande habrían más posibilidades de conseguir trabajo.  En lo profundo de mi corazón, tenía la esperanza que con dos hijos aquí, gran parte de mi familia (primos y tíos) y algunas viejas amigas, todo podría ser más fácil.

Creo que me equivoqué en muchas cosas.  Nunca me he sentido tan sola.  Es esa soledad que te lastima porque en realidad mucha gente te conoce y dicen quererte bien y dicen desearte lo mejor.

En este momento, si pudiera, embalaría todo nuevamente y me mudaría a una ciudad donde pudiera ser una completa desconocida, entonces, no me dolería pasar semanas y meses en completo ostracismo.  Quizá debería mudarme a un pueblo pequeño, donde pudiera vivir de mis dones.

Por supuesto, que si tuviera dinero y buen trabajo, y aceptara invitaciones para tomar algo o salir a comer, y pudiera hacer vida social, entonces, toda esa gente estaría 'conectada' y 'presente'.

Cuando las cosas van muy mal, cuando no tienes trabajo, cuando no puedes pagar una salida, cuando no puedes frecuentar los sitios donde todos van, cuando no puedes invitar a nadie a comer, porque ni siquiera tú tienes para comer; te vuelves una persona que todos evitan.  Como si se tratara de una enfermedad contagiosa, todos se alejan y si te hablan, quieren evitar la respuesta cuando preguntan "¿Cómo estás?".

Entonces aprendes a fingir, a hacer como sí, a sonreir y a decir que estás bien.
De mis hijos, no espero nada de ellos, no creo que tengan la obligación de ayudarme o estar presentes, sino lo sienten o no lo necesitan.

Somos una familia rota, una familia que se rompió cuando yo ya no pude darles techo, ni estudio ni comida y las manipulaciones de personas sin corazón ganaron para separarnos.  Estamos rotos por dentro y ellos aún no están dispuestos a sanar eso.  La relación entre los hermanos está rota, nuestros vínculos madre/hijo están rotos y para ellos es menos doloroso aplicar una dosis intensa de distancia.  Me pregunto si los nietos/sobrinos heredarán memorias rotas de una familia que nunca encontró un momento para reencontrarse.

Susie ©
Desde el desierto
25 de febrero 2017