Quien nos quiere bien nos empuja, nos sacude, nos saca la alfombra mullida bajo los pies, para descubrir un abismo entre la comodidad de lo desconocido y la aventura de la incertidumbre.
Aunque yo sea una persona que creció entre mudanzas, rutas y pueblos con acentos y culturas diversas, a veces, me acomodo y me resisto a deshacer la rutina, buscando certezas que nunca tuve. Sobre todo, cuando la vida me arrebata aquello que creo merecer o las injusticias me descolocan y me restan recursos o siembran piedras en el camino.
Pierdo de vista el universo y la perspectiva que Dios
adopta para tejer y destejer la trama de nuestras vidas.
A veces, un solo gesto, una actitud ajena o una tormenta
que no nos pertenece, agita nuestros mares y oscurece nuestros cielos; nos
despoja de nuestras seguridades y nos convierte en náufragos aferrados a una
realidad que ya no existe o a un sueño que transformó su forma para manifestar
su esencia.
Durante un poco más de un par de años, me encariñé con un
sistema de encuadernación que parecía cómodo, ágil y práctico.
El 2020 llegó para desacomodar el mundo tal como lo
conocíamos y descubrir los velos que disfrazaban nuestras realidades.
Entre los numerosos cambios que Dios decidió provocar en
mi vida, perdí el acceso a la herramienta de encuadernación que me permitió
continuar desde casa, la edición artesanal de mis libros que había comenzado
en una librería del barrio en 2016.
Durante varios meses me resistí, me llené de frustración e impotencia, y me enfoqué en todo lo que no podía hacer.
Fue Lorena (mi hija mayor, emprendedora y artesana) quien no me dejó dormir en el fondo del pozo y quien me recordó la esencia de mi proyecto para publicar mis Libros Artesanales.
A pesar de mi enojo, mis berrinches internos y mi
rigidez, su obstinación y su insistencia pudieron más; hasta que como una niña
obediente, supe que ella era solo una mensajera y Dios quería de mí algo que yo
no podía ver.
Ahora, después de haber encuadernado una decena de libros
con una técnica totalmente artesanal, disfruto el proceso, el resultado y la
energía que transmiten mis libros. El
cambio ha sido tan transformador y tan revitalizante, que he sumado
libretas/bitácoras para acompañar procesos creativos y terapéuticos.
De tanto saltar fuera de la zona de confort, una aprende a bailar más allá de las esferas visibles y sobre las aguas de un océano cósmico que nos descubre infinitos y poderosos.
Susannah
Lorenzo©
Tejedora de
Puentes
Madrugada 16/17 de enero de 2021
Junto con el cambio en el método de encuadernación, armé un ejemplar de cada uno de mis libros para tener en mi biblioteca.
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