hay quienes disfrutan ser amados pero no saben amar,
hay quienes disfrutan amando pero no saben dejarse amar,
hay quienes le temen al amor porque desconocen sus bondades,
hay quienes creen amar pero apenas si aman lo que el otro les da;
hay quienes aman como pueden, como aprendieron, como les permiten sus heridas y su visión limitada;
hay quienes aman desde lo poco que se aman y entonces su amor es solo un reclamo incesante de necesidades insatisfechas;
hay quienes se animan a amar desde la vulnerabilidad y la sensibilidad arriesgando su corazón y dejando sus puertas sin guardianes;
hay quienes aman en silencio, desde la trinchera de la distancia, dibujando cielos de colores para las alas amadas;
hay quienes aman a los gritos y con intensidad desmesurada, dejando huellas que todos vean, para que así sus palabras mantengan en la celda a su persona amada;
hay quienes aman como eligen amar porque desaprenden las herencias y crean nuevas formas de armar;
hay quienes aman espejismos y fantasías de los seres amados porque son incapaces de cruzar el puente de la verdad y verlos como realmente son;
hay quienes aman la idea del amor, la ilusión de un sentimiento que quisieran vivir;
hay quienes creen que el amor es apenas un trámite, una pérdida de tiempo o un pacto de comodidades;
hay quienes creen que el amor lo es todo y sin él están perdidos.
A lo largo de mi vida he amado de muchas y diferentes formas pero si algo he aprendido en el otoño de mí vida, es que no puede conocerse el buen amor hasta que no sanamos nuestras heridas, comenzamos a amarnos y aprendemos a mirarnos con los ojos que Dios nos mira.
Susannah Lorenzo ©
Tejedora de Puentes
Qué lindoooooo! Sublime.
ResponderEliminarGracias Su!!
Muchas gracias Lidia. Bendiciones.
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