domingo, 18 de agosto de 2013

Niños



Cada niño viene a este mundo lleno de bendiciones, llega con sus  dones intactos, con su capacidad de asombro en todo su esplendor, con la certeza de que todo es posible y de que la magia es parte de la realidad que vemos todos los días.

De los adultos que le tocan en suerte, depende que su luz brille llena de colores, o se apague en grises rutinarios que lo hagan ver menos raro, más parecido a los adultos que perdieron su rumbo.

Si cada padre, madre, tío o madrina, fuera totalmente consciente del poder de sus palabras, del alcance de su amor, de la catástrofe de su desamor; si cada adulto amara a ese niño con el corazón despojado de sus propias frustraciones; habría entonces más adultos felices y más niños sanos.

Susie©
18 de agosto de 2013

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