sábado, 9 de marzo de 2013

Crisis



Lo que no fluye se estanca y lo que se estanca nos enferma.

La última vez que tuve una crisis de alergia (con asma incluido), fue después de una dolorosa discusión con alguien muy amado.  La sola idea de terminar haciendo lo que todo creían mejor para mí, que en realidad es mejor para ellos pero no para mí, terminó poniéndome enferma y sin poder respirar por un par de días.  Pero me senté a escribir y fue como dejar correr las aguas turbias y el río estuvo sano otra vez.

Esta vez la alergia, el asma y lo que devino en estado gripal con fiebre, lleva casi una semana.  Sin embargo, no he podido sentarme a escribir sobre lo que ruge detrás de mi silencio. Me cuesta desnudar la verdad y plasmarla en un papel.  No me cuesta por mí, sino por quienes podrían leerla.  Poco importa a esta altura lo que piensan o aceptan los demás de mi persona, pero aún quedan ciertas formas políticamente correctas, ciertas convenciones diplomáticamente aceptables para sobrevivir dentro del sistema y no quedar en la calle sin pan y sin nombre.

Básicamente fue duro descubrir que el nuevo camino que busco parece no estar en los planes de Dios o del Universo.  En cuanto retrocedo medio paso en el viejo camino, parece que algunas puertas se abrieran por arte de magia.  

No es que quiera renunciar a mi vocación de servicio, pero me merezco una vida digna, sana, con comida, con placeres, con trabajo suficiente para cubrir algo más que un alquiler ruin.  Si uno tiene todo lo básico que necesita para vivir bien, de algún modo es bendecido, y así es mejor bendecir y ayudar a otros.

Fin de semana en cama.  La falta de oxigeno afecta el funcionamiento de mi cerebro, por ende me cuesta entender lo que leo y me cuesta escribir lo que pienso y siento.  Necesitaba al menos, levantar una compuerta.

Susie sin aire
Soledad Lorena convaleciente
Sábado 9 de marzo de 2013


No hay comentarios:

Publicar un comentario